Corría el año 1984 cuando un joven Michael Jordan abandonó sus estudios para presentarse al Draft de la NBA. Michael era un potencial icono de su deporte y por eso muchas marcas se interesaron en su figura. Fue Converse, la marca líder del momento, la que trató de ir a por él pero la oferta no era demasiado ambiciosa y fue rechazada. La segunda opción de Jordan fue adidas que en esa época estaba centrada en Europa y en otros deportes, por eso tampoco quiso arriesgar por el jugador. Ahí entraron Nike y el ejecutivo de marketing Sonny Vaccaro, que convenció a los de Oregon para invertir todo el presupuesto de la firma en Jordan . Le ofrecieron un contrato con cifras muy altas y una serie de objetivos que cautivaron al neoyorquino, así comenzó la historia de Michael Jordan y Nike que se materializó en las Air Jordan 1, diseñadas siguiendo las directrices del rookie.